El Brexit, últimos coleteos del Siglo XX

En una semana negra teñida por el Brexit, donde Gran Bretaña ha decidido que es mejor estar aislada del planeta que orientarse hacia la integración con Europa y el resto del mundo, he tenido la oportunidad de participar en el “XVIII Assemblea Ordinària i Extraordinària de l’Associació Catalana de l’Empresa Familiar”, lo cual me ha permitido estar cerca de la clase empresarial catalana.

De nuevo me ha confirmado lo de siempre. El catalanismo y el separatismo, más allá de un sentimiento, es una maniobra política que persigue el poder, mediante mensajes triunfalistas y del miedo.

Al igual que ha pasado en Inglaterra con el Brexit, el bajo nivel de la clase política en general nos empuja hacia una  sociedad miope, arrastrada por populismos y palabras huecas, mientras el mundo va en otra dirección.

Más allá de separatismos y movimientos egoístas hemos de fijarnos más en los grandes retos de la humanidad con una gran amplitud de miras.

Si analizamos algunos datos de nuestro planeta seguro que nos abre los ojos:

·         1 niño muere de hambre cada 10 minutos

·         800 millones de personas viven en desnutrición permanente

·         1.200 millones de personas viven en la extrema pobreza

·         El 60% de la población vive con menos de 4$ al día

·         2.500 millones de personas no tienen acceso a agua potable

·         840.000 mueren cada año por beber agua contaminada

·         1.900 millones de adultos sufren de sobrepeso

·         123 millones de niños no saben leer ni escribir

·         2.500 millones de personas no tienen acceso a la sanidad pública

·         774 millones de personas son analfabetas

·         1.500 millones de niños están sujetos a algún tipo de violencia

·         7 millones de personas mueren al año por la contaminación del aire

·         El 35% de las mujeres han experimentado violencia física o sexual

·         El 78% de la energía del mundo viene de fuentes no renovables.

En el mundo somos más de 7.000 millones de personas, no solo los 64 millones de personas que habitan en el Reino Unido o los 7,5 millones en Cataluña. Estoy convencido que el idioma catalán (el mío) así como la inmigración son temas muy importantes, pero el mundo no gira solo en torno a Oxford Street o el Paseo de Gracia.

El mundo necesita una altura de miras sin precedentes para poder solucionar los grandes problemas de la humanidad como el hambre, la sanidad, la educación, la violencia de género, la contaminación, el agua, etc…. Y eso solo se consigue con solidaridad y unidad de todos los países hacia un bien común.

Para ello requerimos de líderes con amplitud de miras, sobre todo en países desarrollados como en Europa, que velen por la unidad y la integración, no por la separación y el egoísmo.

La separación y egoísmo no traerá riqueza a largo plazo, sino un empeoramiento del planeta, que pagarán nuestros nietos.

Nuestra gran esperanza son los jóvenes y la generación digital, mucho más sensible sobre los problemas de la humanidad que la actual generación de votantes y con una mentalidad global, no local….algunos se quedaron anclados en el analógico siglo XX, mientras muchos de nosotros y las futuras generaciones ya hemos pasado al siglo digital XXI….deberemos esperar, me temo, alguna década más, pero el tiempo va a traer un mundo mejor de la mano de otros líderes con otra mentalidad y visión del mundo.

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