¿Cómo evitar otro Lehman Brothers?

Lo recuerdo como si fuera hoy: era lunes y me dirigía como cada día a mi querida consultoría Daemon Quest, que tanto nos había costado crear y hacer crecer con tanto éxito en España, Portugal y Latam una década antes. Pero esa mañana de 2008 ocurrió algo que nadie nos esperábamos, ni tan siquiera nos imaginábamos: la quiebra de Lehman Brothers y, en cadena, de todo el sistema financiero mundial.

No fue una depresión, pero casi. De hecho, en EEUU se la denomina la Gran Recesión. Fue la mayor crisis económica en siete décadas y media, y su impacto todavía sigue notándose hoy, pese a que en muchas áreas el ser humano está haciendo gala de su capacidad de olvidar y está actuando como si la crisis nunca hubiera existido. En particular, en lo referente a la regulación y coordinación internacional.

Dejó una huella imborrable en la vida de todos. En mi caso tuvo tres consecuencias muy significativas: la primera la venta de mi firma de consultoría Daemon Quest a los dos años de estallar el sistema financiero y la entrada en Indra. A la vez que millones de personas en el mundo perdían sus empleos, sus empresas y lo que es peor, la confianza en el sistema.

Más allá de ser una crisis económica, el colapso de 2008 fue una crisis social. Fue una gran revelación del arreglo financiero profundamente inmoral de nuestras sociedades, la ineptitud criminal de nuestros reguladores, la corrupción desastrosa de nuestras democracias por el dinero. Lo que estalló en 2008 no fue principalmente la economía: era la fe del pueblo en el orden mundial reinante. La economía se ha corregido un poco, pero esta fe no ha sido restaurada.

La quiebra de Lehman Brothers no fue solo una quiebra económica: fue una crisis social

Fruto de ello, tuvo lugar la segunda consecuencia, creé la fundación Unltdspain:la primera y mayor fundación en España que promueve desde entonces la creación de empresas de impacto social; un movimiento imparable en todo el mundo. Cualquier empresa o institución que maneje una cuenta de resultados económica ha de manejar otra social, para medir su impacto en la mejora de nuestra sociedad y medioambiente. Solo de esta manera crearemos un mejor sistema empresarial, más ético y seguro para todos

Lo que estalló en 2008 no fue principalmente la economía: fue la fe del pueblo en el orden mundial reinante y las consecuencias siguen notándose hoy, diez años después

Pero los rescates para unos pocos y la austeridad para muchos,han causado que la deuda global aumente un 40% desde 2007, hasta alcanzar los 167 trillones de Dólares, según REUTERS.

Aunque la crisis cambió muchas cosas, no alteró ni el funcionamiento básico del mercado ni de la sociedad ni del sistema político, y todos tenemos claro que este modelo no es el adecuado. Falló una vez y puede volver a fallar.

Una puerta a la esperanza

Tan solo hay una puerta a la esperanza, desde mi punto de vist: las nuevas tecnologías y una nueva generación de ciudadanos y líderes que quieren mejorar el mundo, progresar incrementando el impacto positivo en la sociedad, no exclusivamente el enriquecimiento absurdo y sórdido como fin.

Y allí surgió la tercera consecuencia de este relato, el escribir el libro “El tsunami tecnológico”, que publica la editorial Planeta el próximo 25 de septiembre, y donde pretendo dar las pistas concretas a cualquier ciudadano del mundo sobre cómo utilizar las nuevas tecnologías para progresar mejorando el mundo y, en consecuencia, evitar desastres como la quiebra de Lehman Brothers y del sistema otra vez.

Un mundo mejor es posible, no repitamos los errores.

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