Del “new normal” al “new future”

Estamos inmersos en la tercera ola de contagios Covid19 en todo el mundo y la llegada de la vacuna hace que todo el mundo esté deseando volver a la nueva normalidad. Pero la realidad es que nada volverá a ser como antes y me gustaría pensar que así será.

Es evidente que el miedo que nos ha generado esta pandemia y que los gobiernos han ayudado a alentar hace que instintivamente queramos volver a estar como antes, que nos devuelvan nuestras libertades, que a nadie le obliguen a cerrar sus negocios o muera tanta gente por esta nueva enfermedad. Pero si analizamos el mundo y nuestra sociedad, nos daremos cuenta de que no íbamos bien: No deberíamos conformarnos con volver a esa normalidad, sino aprovechar este tsunami para reinventar nuestro futuro y nuestro modelo de vida.

No tiene sentido la desigualdad que existe en el mundo (con el 50% de la población mundial viviendo en la pobreza), el desgaste de nuestros recursos naturales y del planeta, (necesitaríamos 3,5 planetas para abastecer la actual demanda de recursos por el consumismo) y la insana concentración en ciudades mientras desertizamos el resto de territorios (un 55% de la población mundial vive en ciudades).

“Parecemos muy impacientes por volver a la “normalidad”, pero nada volverá a ser como antes y me complace pensar que sea así”

A todo esto hay que sumar el rol que las nuevas tecnologías juegan y podría jugar en toda esta transformación, donde estamos viendo, como las grandes corporaciones digitales se enriquecen aún más, por el auge del e-commerce y el nacimiento de la robótica y la IA.

Yo prefiero diseñar el nuevo futuro y no conformarme con lo que teníamos, donde las nuevas tecnologías, sean un diver de mejora del ser humano, y no una herramienta de control y enriquecimiento de pocos. Donde las empresas y los gobiernos ponen al ciudadano y el planeta en el centro de la toma de decisión, por encima del rendimiento económico. Donde volvemos a la vida “de pueblo” conectados con el medioambiente, con unas tecnologías que nos permiten tener un trabajo, una sanidad y una enseñanza de primera calidad. Donde la conciencia social hace que trabajemos en acortar la brecha entre ricos y pobres, y sobre todo no permitamos que nadie en el mundo muera de hambre.

Llamadme soñador o loco, pero, ¿no es más loco lo que está pasando ahora?

Mientras la ONU y los grandes gobiernos se ponen de acuerdo, soy de la opinión que la sociedad civil se ha de organizar en más asociaciones y “think tanks” para influenciar a los gobiernos sobre qué legislar y que las empresas organicen mejor en sus asociaciones para trabajar unidas en hacer del nuestro un mundo mejor y para no volver a donde estábamos.

Ya estamos viendo lo frágil que es el ser humano y el impacto de nuestro progreso en el medioambiente, así que actuemos ya. Reformulemos nuestro estilo de vida, reinventemos el capitalismo y no permitamos que nuestros políticos sigan perdiendo el tiempo y nuestro dinero.

Utilicemos las nuevas tecnologías para democratizar la enseñanza, la salud y el trabajo digno, a la vez que protegemos nuestro medioambiente: solo de esta manera dejaremos un mundo mejor a nuestros hijos.

Deja un comentario

¿Te ha gustado? Comparte este contenido
LinkedIn
Facebook
WhatsApp
Más artículos

Te puede interesar...

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Suscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.

Usamos Sendinblue como plataforma de marketing. Al hacer clic a continuación para enviar este formulario, consiente que la información proporcionada sea transferida a Sendinblue para su procesamiento de acuerdo con sus términos de uso