Sin duda nos ha toca vivir una época de un nivel de cambios sin precedentes, a los últimos coletazos de la revolución industrial, se le ha sumado la tecnológica, y la social y medioambiental, y por en medio, crisis financiera global, pandemia, ….en definitiva, jamás en la historia de la economía moderna (salvando las época de guerra), hemos vivido tantos cambios en tan poco tiempo, que afecten no solo a nuestro estilo de vida, sino a cómo hacer negocios.
Los nuevos empresarios y ejecutivos en la era de la información y la revolución tecnológica y social, hemos de tener unas dotes de gestión y liderazgo muy distintas a las compañías tradicionales , siendo mucho más multitasking, autosuficientes, deslocalizados y con alma. Capaces de gestionar equipos multidisciplinares, en cualquier parte del mundo, conectados 24/7 a través de las nuevas tecnologías y con un nivel de sensibilidad por la sociedad y el planeta como nunca antes. Para ello es imprescindible tener unos hábitos de gestión y personales muy estrictos para poder tener éxito. Es casi imposible, desde mi humilde punto de vista, liderar esta transformación del modelo económico y social, con la irrupción de las tecnologías disruptivas, sin tener un estilo de vida ordenada y acorde, con el momento tan exigente que estamos viviendo nuestra generación.
1) Aliena tu propósito vital y el empresarial. ¿Qué dirás de ti cuando no estés? ¿Qué dejarás? ¿En qué dedicas tu tiempo y por qué? Es de vital importancia alinear el quien soy o quiero ser, con lo que hago o como lo hago, tanto en la vida personal como en los negocios.
- Practica la filantropía o el voluntariado
- Dedica tiempo a formar o enseñar a los más juniors
- Da sin esperar nada a cambio, y disfruta con ello
- Haz partícipe a tu familia y amigos de tus sueños, y lucha por alcanzarlos
- Contribuye en la medida que puedas, a hacer del nuestro un mundo mejor
2) Preparar la mente y el cuerpo. La gestión de la energía y la salud es tan importante como la gestión de tu tiempo.
• Dormir bien: múltiples estudios demuestran que la falta de sueño se traduce en reducción de la eficiencia y la productividad, errores y accidentes, y está vinculada a ciertas enfermedades.
• Hacer ejercicio: Los beneficios cognitivos positivos de hacer ejercicio, son innumerables.
• Pensar de otra manera: Embárcate en la exploración intelectual o creativo en un área completamente ajena a tu trabajo para impulsar nuevas ideas es vital para tu pensamiento creativo.
• Desconectar: El teletrabajo ha de permitir trabajar de manera más eficiente, en sitios que favorezcan el bienestar y la concentración, a la vez que la conciliación personal y familiar.
• Comer bien: No significa simplemente evitar la comida pesada; la Organización Mundial de la Salud indica que la nutrición adecuada puede aumentar los niveles de productividad en un 20%.
• Meditar: Las investigaciones científicas continúa mostrando los efectos positivos de la meditación sobre la forma del cerebro, la función y la longevidad.
• Estudia: Dedica al menos 2h a la semana a estudiar nuevas tendencias tecnológicas, sociales o medioambientales.
3) Crear el entorno adecuado, minimizando las distracciones: Mientras que la «multitarea» aparentemente hace que la gente se siente más productiva, lo que realmente hace, es que seamos menos productivos, produciendo estrés y evitando el estado de concentración necesarios para ser creativo e ingeniosos, frente a los cambios e incertidumbres:
• Apagar el wifi completamente durante el pensamiento y el tiempo de trabajo, y solo revisar el correo electrónico, y el Whatsapp de dos o tres veces al día (o en horarios muy concretos).
• Optimiza tu espacio de trabajo: Desde la ubicación, hasta la temperatura, iluminación, el desorden, decoración, y el ruido, todos han demostrado tener un efecto sobre el estado de ánimo y la productividad. Ajusta el equilibrio adecuado para ti o modifícalo (luz natural, velas, música, plantas, etc…)
• Minimiza al máximo las reuniones, que han de durar el tiempo previsto en agenda, y jamás más de una hora. Planifica cuándo hacer las cosas y prioriza las tareas más importantes, mapeándolo en tu calendario, incluyendo los slots personales como parte innegociable (deporte, familia, descanso) …
Casi todos los hábitos son el resultado de pequeñas decisiones a través del tiempo y muy pequeñas mejoras que pueden conducir a grandes éxitos.
“La perseverancia es la base de todas las acciones“
(Lao Tzu)