Tras analizar el último estudio “Future of Jobs Report 2023” del World Economic Forum, (https://www3.weforum.org/docs/WEF_Future_of_Jobs_2023.pdf), los mayores efectos de creación y destrucción de empleo están viniendo de las tendencias ambientales, tecnológicas y económicas, tal y como preveía en mis últimos libros “Tsunami tecnológico” y “Empresas que crecen con alma”.
En dicho estudio, se aprecia cómo las empresas predicen que el efecto neto de creación de empleo más fuerte será impulsado por las inversiones que faciliten la transición ecológica de las empresas, la aplicación más amplia de los estándares ESG y las cadenas de suministro cada vez más localizadas, aunque con el crecimiento del empleo compensado por el desplazamiento parcial del empleo en cada caso. La adaptación al cambio climático y el dividendo demográfico en las economías en desarrollo y emergentes también ocupan un lugar destacado como creadores netos de empleo. Se espera que el avance tecnológico, a través de una mayor adopción de tecnologías nuevas y de vanguardia y un mayor acceso digital, impulse el crecimiento laboral en más de la mitad de las empresas encuestadas, compensado por el desplazamiento laboral esperado en una quinta parte de las empresas.
Los tres impulsores clave de la destrucción neta de empleo prevista son un crecimiento económico más lento, la escasez de suministros, el aumento del costo de los insumos, y el aumento del costo de vida para los consumidores. Los empleadores también reconocen que el aumento de las divisiones geopolíticas y el impacto continuo de la pandemia de COVID-19 impulsarán la interrupción del mercado laboral, con una división equitativa entre los empleadores que esperan que estas tendencias tengan un impacto positivo y los empleadores que esperan que tengan un impacto negativo en trabajos.
Dentro de la adopción de tecnología, los grandes datos, la computación en la nube y la IA tienen una alta probabilidad de adopción. Más del 75% de las empresas buscan adoptar estas tecnologías en los próximos cinco años. Se espera que el impacto de la mayoría de las tecnologías en los puestos de trabajo sea positivo en los próximos cinco años. Se espera que el análisis de big data, el cambio climático y las tecnologías de gestión ambiental, y el cifrado y la ciberseguridad sean los principales impulsores del crecimiento del empleo. Se espera que las tecnologías agrícolas, las plataformas y aplicaciones digitales, el comercio electrónico y el comercio digital, y la inteligencia artificial resulten en una disrupción significativa del mercado laboral, con proporciones sustanciales de empresas que pronostican el desplazamiento laboral en sus organizaciones, compensado por el crecimiento laboral en otros lugares para dar como resultado un neto positivo. Se espera que todas las tecnologías menos dos sean creadoras netas de empleo en los próximos cinco años: robots humanoides y robots no humanoides.
La frontera hombre-máquina ha cambiado, y las empresas están introduciendo la automatización en sus operaciones a un ritmo más lento de lo previsto anteriormente. Actualmente, las organizaciones estiman que el 34 % de todas las tareas relacionadas con el negocio las realizan máquinas, y el 66 % restante lo realizan humanos. Esto representa un aumento insignificante del 1% en el nivel de automatización que estimaron los encuestados en la edición 2020 de la Encuesta sobre el futuro de los trabajos. Este ritmo de automatización contradice las expectativas de los encuestados de 2020 de que casi la mitad (47 %) de las tareas comerciales se automatizarían en los próximos cinco años.
El pensamiento analítico y el pensamiento creativo siguen siendo las habilidades más importantes para los trabajadores en 2023. El pensamiento analítico es considerado una habilidad central por más empresas que cualquier otra habilidad y constituye, en promedio, el 9% de las habilidades centrales reportadas por las empresas. El pensamiento creativo, otra habilidad cognitiva, ocupa el segundo lugar, por delante de tres habilidades de autoeficacia: resiliencia, flexibilidad y agilidad; motivación y autoconciencia; y curiosidad y aprendizaje permanente, en reconocimiento de la importancia de la capacidad de los trabajadores para adaptarse a lugares de trabajo interrumpidos. Confiabilidad y atención al detalle, ocupa el séptimo lugar, detrás de la alfabetización tecnológica. El top 10 de habilidades básicas se completa con dos actitudes relacionadas con el trabajo con los demás: la empatía y la escucha activa y el liderazgo y la influencia social, así como el control de calidad. Los empleadores estiman que el 44% de las habilidades de los trabajadores se verán afectadas en los próximos cinco años y que seis de cada 10 trabajadores requerirán capacitación antes de 2027, pero se considera que solo la mitad de los trabajadores tienen acceso a oportunidades de capacitación adecuadas en la actualidad.
Una buena noticia, es que la mayoría de las empresas darán prioridad a las mujeres (79 %), los jóvenes menores de 25 años (68 %) y las personas con discapacidad (51 %) como parte de sus programas DEI (Diversity, equity and inclusión). Una minoría priorizará a aquellos con antecedentes religiosos, étnicos o raciales desfavorecidos (39 %), trabajadores mayores de 55 años (36 %), aquellos que se identifican como LGBTQI+ (35 %) y aquellos con antecedentes de bajos ingresos (33 %).
En conclusión, la disrupción tecnológica unida a una transformación de las empresas con “alma” está cambiando por completo el panorama de empleabilidad para la próxima década.