En un mundo en el que las generaciones X e Y son ya casi prehistoria y donde los Millennials están a punto de dejar paso a la generación Z, las empresas tienen que ser conscientes de quiénes están detrás del “mostrador”. Y cambiar.
Cambiar rápidamente para adaptarse a ese nuevo consumidor y poder competir con los nuevos players.
Si algo caracteriza a estos nuevos actores empresariales es que todos se centran en un único objetivo: el cliente.
Pero no es una tarea fácil puesto que sus comportamientos y actuaciones han de ser estudiadas en detalle y más si tenemos en cuenta que la generación Millennials tendrá 8 millones de consumidores potenciales nuevos este año, sólo en España.
Detrás de esos números, hay comportamientos. Tendencias que están rompiendo los moldes de lo que ha sido el consumidor tradicional.
- La publicidad ha pasado de entrometerse en la vida de los usuarios a ser una fuente de experiencia, muy compartida en grupos sociales.
- La privacidad de estas generaciones es cada vez menor. Viven en un entorno digital con un nivel de privacidad muy limitado, a voluntad propia.
- Los medios convencionales han desaparecido del día a día de estas generaciones. Los anuncios en televisión han dejado de ser tan efectivos en una nueva sociedad que ve la televisión una hora menos a la semana cada año que pasa y que accede a sus contenidos favoritos desde multitud de dispositivos.¡ Y a la vez!
- La opinión de terceros cobra más fuerza que nunca. Esta es una tendencia al alza y totalmente extendida. ¿Acaso nos planteamos adquirir o consumir un producto sin haberlo comparado previamente? Con un solo click podemos acceder a comentarios y opiniones de otros consumidores del producto que queremos obtener. Las opiniones y el número de likes del proveedor son determinantes para la compra.
- Casi el 90% de los usuarios de dispositivos móviles realiza compras con ellos, anteponiéndolos incluso a la compra física, de ahí que el showrooming (práctica por la cual el consumidor comprueba físicamente el producto antes de adquirirlo por la web) aumente año tras año, potenciado por los descuentos y promociones que los comercios offline no pueden soportar.
- Las redes sociales cambian la concepción que se tiene de la marca. En un mundo donde los jóvenes han desestimado la comunicación unidireccional de las marcas no es raro suponer que las redes sociales han de servir como altavoz, así como canal de atención al cliente, buzón de sugerencias e incluso como canales de venta directa (la publicidad en redes sociales en un nicho en plena ebullición). En un mundo donde el 44% de los consumidores declara haber dejado de comprar alguna marca por malas prácticas sociales los clientes quieren interactuar con las marcas y ver que su compromiso se hace realidad.
Nos enfrentamos a un público totalmente diferente. Con unas necesidades y hábitos de compra más individualizados que nunca con los que las marcas deben de empezar a familiarizase cuanto antes. Sólo en Estados Unidos este año habrá 80 millones de consumidores nuevos con este perfil…. Desde luego es algo que como marca yo no perdería de vista.
