¿Cómo medirás el éxito de tu vida?

En mi vida he tenido la suerte de encontrarme con “ángeles” o coachs que me han ayudado a mejorar y progresar, además de ser más consciente de quién soy, con mis puntos fuertes y puntos débiles. Uno de ellos, recientemente me dijo que gestionaba mi vida como una empresa. Y lo cierto, es que es cierto.

Sin ser consciente, desde que tengo uso de razón, diseñé mi propósito, y todas las decisiones que tomo se basan en la razón y el largo plazo. Puede parecer extraño o frívolo, pero lo cierto es que la razón unida a la pasión son unos ingredientes fantásticos para alcanzar la felicidad. A la vez, esa hoja de ruta, es más sencilla encajarla en la vida profesional, creando una cuadratura del círculo casi perfecta.

Crea una estrategia para tu vida

¿Cómo puedo ser feliz? Probablemente esa sea la gran pregunta vital que nos hacemos todos, y lo cierto es que la respuesta es muy simple: hay que tener un propósito de vida, una estrategia para alcanzarlo.

Es sorprendente como la gran mayoría de las personas transitan por la vida sin un propósito claro, o lo que es peor, que teniéndolo no actúen en la dirección para alcanzarlo. Eso, además de hacerles sufrir y frustrarles, les hará eternamente infelices y lo irradiaran a sus familiares, amigos y colegas profesionales.

Para mí, tener un propósito claro en mi vida ha sido fundamental. Pero era algo en lo que tenía que pensar largo y tendido antes de entenderlo. Cuando empecé a trabajar a los 18 años en una productora de TV de unos amigos de mis padres, y decidí estudiar un BBA por las noches, dejé muchas cosas que hacían mis amigos de esa edad, pero tenía claro que para alcanzar mi propósito, debía tener un buen inglés y una buena base para poder crear mi propia compañía.

La claridad sobre tu propósito debe prevalecer sobre cualquier decisión del corto plazo, por mucho que nos pueda apetecer o que pensemos que es bueno en ese momento.

Mi propósito surgió del amor de mi madre y el talante empresarial de mi padre. Busca el tuyo y grábalo a fuego, y nunca hagas nada que te desvíe de él, aunque tengas que renunciar a cosas maravillosas, a la larga todo encajará.

Asigna tus recursos

Tus decisiones más importantes son respecto a la distribución de tu tiempo personal, energía y talento que son los que dan forma, en última instancia, a la estrategia de su vida.

Tengo un montón de «negocios» que compiten por estos recursos: mi mujer, mis 3 hijos, mi familia, mis amigos, mis negocios, contribuir a la sociedad y el planeta, tener éxito en mi carrera profesional, el deporte, leer, escribir, etc…. exactamente los mismos problemas que tiene una corporación. Tengo una cantidad limitada de tiempo, energía y talento. ¿Cuánto dedico a cada una de estas actividades?

Las opciones de diseño pueden hacer que tu vida resulte ser muy diferente de lo que pretendías. A veces eso es bueno: surgen oportunidades que nunca te planteaste. Pero si inviertes mal tus recursos, el resultado puede ser desastroso. Cuando pienso en algunos amigos y conocidos, que sin darse cuenta invirtieron en vidas de infelicidad hueca, no puedo evitar creer que sus problemas se relacionan directamente con una perspectiva a corto plazo.

Cuando las personas que tienen una gran necesidad de logro, tienen media hora extra de tiempo o un kilo extra de energía, inconscientemente lo asignarán a actividades que producirán los logros más tangibles. Por el contrario, invertir tiempo y energía en tu relación con tu cónyuge e hijos generalmente no ofrece la misma sensación inmediata de logro. Los niños se portan mal todos los días. Realmente no es hasta dentro de 20 años que podrás obtener el resultado: «Crié un buen hijo o una hija». Puedes descuidar tu relación con tu cónyuge, amigos o familiares, y en el día a día, no parece que las cosas se estén deteriorando. Las personas que están motivadas para sobresalir tienen esta propensión inconsciente a invertir poco en sus familias o amigos y sobre invertir en sus carreras, a pesar de que las relaciones íntimas y amorosas con sus familias son la fuente de felicidad más poderosa y duradera, a la vez que clave del éxito empresarial.

Si estudias las causas fundamentales de los desastres comerciales, una y otra vez encontrarás esta predisposición hacia los esfuerzos que ofrecen una gratificación inmediata. Si observas la vida personal a través de esa lente, verás el mismo patrón sorprendente y aleccionador: personas que asignan cada vez menos recursos a las cosas que alguna vez habrían dicho que eran más importantes.

Evita el error de los “costos marginales”

Se nos enseña en finanzas y economía que, al evaluar inversiones alternativas, debemos ignorar los costos fijos y, en cambio, basar las decisiones en los costos marginales y los ingresos marginales que implica cada alternativa. Aprendemos que esta doctrina predispone a las empresas a aprovechar lo que han implementado para tener éxito en el pasado, en lugar de crear las capacidades que necesitarán en el futuro. Si supiéramos que el futuro sería exactamente igual que el pasado, ese enfoque sería bueno. Pero si el futuro es diferente, y casi siempre lo es, entonces no es lo correcto.

Inconscientemente, a menudo empleamos la doctrina personal del costo marginal en nuestras vidas cuando elegimos entre el bien y el mal. Una voz en nuestra cabeza dice: “Mira, sé que, como regla general, la mayoría de la gente no debería hacer esto. Pero en esta circunstancia atenuante en particular, solo por esta vez, está bien”. El costo marginal de hacer algo mal “solo por esta vez” siempre parece tentadoramente bajo. Te atrapa, y nunca miras hacia dónde se dirige ese camino en última instancia y los costos totales que implica la elección. La justificación de actos puntuales negativos y la deshonestidad en todas sus manifestaciones radica en la economía del costo marginal de “solo esta vez”. Eso desencadena un efecto dominó contra el propósito, y nos generará una gran infelicidad en el futuro.

Recuerda la importancia de la humildad

Por lo general, solo puedes ser humilde si te sientes realmente bien contigo mismo y quieres ayudar a quienes te rodean a sentirse realmente bien consigo mismos también. Cuando vemos personas que actúan de manera abusiva, de manera arrogante o degradante hacia los demás, su comportamiento casi siempre es un síntoma de su falta de autoestima. Necesitan menospreciar a alguien para sentirse bien consigo mismos.

 

Nunca te desvíes de tu propósito, toma decisiones del día a día basadas en los resultados del medio y largo plazo, eso dará sentido a tu vida y te hará eternamente feliz. Creo firmemente que esa es la forma en que funciona el mecanismo de la felicidad. No te preocupes por el nivel de éxito o placer de hoy; piensa en la métrica por la cual serás juzgado por toda tu vida y toma las decisiones adecuadas, todos los días para que, al final, tu vida sea juzgada como un éxito, es decir, lo más cercana posible a tu propósito.

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