Las nuevas organizaciones líquidas

En muchos aspectos, las organizaciones líquidas son lo opuesto a la organización clásica: limitada versus ilimitada, administrada versus silos no administrados, egosistema versus ecosistema, silos versus plataformas, sin propósito versus dirigido a un propósito.
Muchas de las nuevas exitosas organizaciones que están actualmente liderando la nueva transformación tecnológica son precisamente líquidas: Uber, Airbnb, Amazon o Alibaba, estas empresas prosperan en la “desorganización”.

 

Organización tradicional versus líquida

Todo el mundo necesita un jefe. Los jefes tienen su propia oficina. La estrategia es de arriba hacia abajo. Los objetivos trimestrales dictan inversión y acción. El Managament es una carrera. Hay empleados que rastrean y controlan lo que hacen otros. La tecnología es una herramienta para eficiencia y reducción de costos.
Por otro lado, la desorganización prospera en los nuevos modelos de negocio digitales: Necesitan ir más rápido y lo hacen de forma natural. La distancia con el cliente es más corta. Son compañías que tienen una historia que une a los empleados. Las oficinas son abiertas y colaborativas. Los gerentes no impiden la innovación. La tecnología es una plataforma para cambios disruptivos.

 

Imagen holística de las organizaciones

A continuación, detallo la imagen holística de las organizaciones líquidas. Los cinco pilares en los cuales se basa, comienza por entender el cambio de una organización para adaptarse a la nueva revolución tecnológica para, a continuación, desorganizarse, desagruparse, tecnificarse y colaborar. Esto permite que la nueva organización crezca al redefinir lo que significa organizarse en el nuevo paradigma digital:
1. Comprender cómo funcionan los impulsores del crecimiento en una sociedad en red y tomando consciencia de la revolución tecnológica. Los nuevos competidores disruptivos y las posibilidades de la nueva revolución digital, nos dan el sentido de urgencia.
2. Desorganizar como para acelerar el cambio. Se centra en la racionalización de la gestión: menos es más para simplificar. En consecuencia, la gestión conduce a una distancia cero con el cliente y a una mezcla de tareas o trabajos en equipo. No hay “dueños” de departamentos o funciones, sino objetivos en común y trabajo en equipo con las personas que añaden más valor, estén donde estén o dependan de quien dependan.
3. Desagrupar. La desagregación es el motor del crecimiento para las nuevas empresas, permitiendo tener equipos directivos con cargos difusos, pero con los objetivos muy claros y sobre todo trabajando en equipo con un reloj. ¡Sin egos, sin agendas personales, todos a una.
4. Tecnificar: ‘El software se está comiendo la organización’. El diseño de la organización depende de la progresión y de las posibilidades tecnológicas, la automatización de procesos, la Inteligencia artificial y la robotización son un imperativo. Toda la organización se ha de contagiar de esta nueva forma de operar.
5. Colaborar. Modelo mental libre, abierto, sin restricciones y con un buen método de trabajo; acceso a recursos externos a la organización, cooperando con lo que era anteriormente competidores y otros productos/servicios.

Nuevas oportunidades cobran vida a través de posibilidades adyacentes y combinatorias que conducen a un «todo» que es mayor que la suma de las partes. La innovación en toda la cadena de valor son críticos.
Un mal cambio organizativo, o lo que es peor, no adaptar la organización a las nuevas exigencias del mercado y a los nuevos competidores, nos va a destruir, por dos razones, la falta de agilidad que requiere la actual revolución tecnológicas y por la necesidad de captar talento y hacer atractivas las antiguas organizaciones, frente a la nueva economía digital, que ya lo es per se.

 

Los memes o vicios aceptados

Pero el gran riesgo son las costumbres o vicios aceptados en las organizaciones o “memes”, un término acuñado por Richard Dawkins en su libro ‘The Selfish Gene’. Los memes son ‘Virus de la mente’ y se diseminan igual que virus en el mundo físico. Meme significa literalmente ‘imitador’ o ‘replicador’.
Los memes se multiplican en la organización al igual que los genes se multiplican en el cuerpo. Tanto dentro como fuera de la organización estos pensamientos ganan terreno y una vez establecidos como ‘convencionales’ son difíciles de deshacerse de ellos.

Burocracia, control extremo, regulaciones y modelos mentales restringidos pueden convertirse en epidemia, pero nadie sabe cuándo, dónde, por quién o por qué se tomó la decisión original. El mejor antídoto, como aprendemos de la literatura de gestión del cambio, es la creación de una nueva «historia convincente». Un nuevo propósito o misión son los nuevos memes que pueden combatir el viejo virus de la mente y la cultura, que posibilite hacer más líquidas a nuestras viejas organizaciones.

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