Los Orcos

Orco es la deformación de un término, proveniente del inglés antiguo, que se refería a numerosos monstruos de la mitología celta. La existencia de estas criaturas fue inventada para dar explicación a los hechos de sangre y asaltos acaecidos en los campos y bosques.

R. R. Tolkien fue el primero en utilizar la palabra orc («orco») para designar a un tipo concreto de ser humanoide, de aspecto desagradable y actitud agresiva, en la saga del Señor de los anillos.

Como suele ocurrir en innumerables ocasiones, la realidad suele superar a la ficción y éste es uno de estos casos. Hay miles de Orcos integrados en nuestra sociedad, en la política y en las empresas, y al haber adoptado un aspecto humano nos pueden confundir: ¡Son seres programados para destruir todo aquello por lo que lucha el ser humano, el progreso y el bien estar!

Ya sabemos lo dañino que puede ser tener una persona tóxica en tu lugar de trabajo o en tu vida. Desafortunadamente, la mayoría de ellos no vienen con etiquetas de advertencia como lo hacen los productos químicos tóxicos. Muchos de ellos parecen muy agradables al principio. Después de todo, la mayoría de los Orcos son buenos manipuladores.

¿Hay alguna manera de descubrir desde el principio a los Orcos?

Si bien no existe un método infalible para saber de inmediato si un nuevo amigo o colega será un lastre para tu energía, estado de ánimo o productividad, hay algunas señales de advertencia tempranas que muestran a los verdaderos Orcos. Si te encuentras con alguno de estos al conocer a alguien por primera vez, y especialmente si te encuentras con varios de ellos, proceda con precaución e intente alejarlos lo máximo posible, sin duda intentará destruirte a ti y a todo lo que sea luz, felicidad y progreso.

Los rasgos más característicos de los Orcos son:

  1. Hablan mal de los demás.

Si alguien que conoces critica o se queja de un tercero que no está presente, eso puede ser una señal de que estás tratando con un Orco. Cuando no estés presente, dirán cosas malas sobre ti.

  1. Se quejan constantemente.

La mayoría de los Orcos se quejan todo el tiempo. Escuchar sus quejas puede ser malo para tu estado de ánimo, tu productividad y tal vez incluso tu salud.  Además, si eres como muchas personas, estás en peligro de ser absorbido, tratando de arreglar lo que sea por lo que no estén contentos.  Eso es casi siempre una propuesta perdedora.

  1. Piden un tratamiento especial.

La persona que espera que aceptes su envío a pesar de que es uno o dos días después de la fecha límite. La persona que debe ingresar a tu evento gratis, aunque todos los demás paguen la entrada.  Si alguien te pide un favor especial cuando acaba de conocerte, imagínate lo que te pedirá una vez que lo conozcas mejor.

  1. Ellos se jactan.

Si te encuentras con alguien para una entrevista de trabajo (formal o informal), es natural que hablen de sus logros. En otras situaciones, alguien que solo habla de sí mismo, sobre qué tan exitoso fue su último proyecto o qué tan alto es su ingreso está tratando demasiado de influir en tu forma de pensar. Sé cauteloso.

  1. Te ponen a la defensiva.

A veces esto sucede tan sutilmente que ni siquiera se puede decir con certeza cómo se hizo. Pero de repente sientes la necesidad de explicarle a esta persona a la que apenas conoces por qué hiciste las elecciones que hiciste, o por qué tu organización no es tan mala después de todo.  Alguien que te hace sentir que tienes que defenderte constantemente a ti mismo, a tu compañía o a tus creencias…. será agotador para pasar el tiempo.

  1. Te hacen trabajar para complacerlos.

Cualquiera que te líe para ayudarlos cuando recién le hayas conocido, solo te manipulará en esfuerzos cada vez mayores a medida que pase el tiempo.  Y ya sabes que son extremadamente difíciles de complacer.

  1. No muestran interés en sus preocupaciones.

Acabas de tener una conversación de 10 minutos con un nuevo conocido y ya sabes dónde crecieron, que se divorciaron hace seis meses y que acaban de obtener un ascenso.  Mientras tanto, ni siquiera saben dónde trabajas o qué haces para ganarte la vida.

Alguien que espera que te interese cada aspecto de su vida pero que no tenga ninguna curiosidad acerca de los tuyos es muy probable que sea un Orco.  Estate en guardia.

  1. No te hacen sentir bien.

Haz una prueba: ¿Cómo te sientes después de hablar con esta persona?  ¿Cómo te sentirías ante la perspectiva de, por ejemplo, pasar una hora con ellos durante el almuerzo o el café?

Si pasar tiempo con alguien te pone tenso o infeliz, hay muchas posibilidades de que sea un Orco.  Entonces, si te sientes negativo, vale la pena tratar de descubrir por qué.  Tal vez se trata de alguien de una cultura diferente, o te sientes intimidado por su inteligencia o éxito, en cuyo caso probablemente deberías tratar de superar tu resistencia. Pero también podría ser que esta sea una persona tóxica, y debes seguir tus instintos cuando te dicen que te alejes.

 

Lamentablemente hay muchos Orcos en nuestras sociedades y nuestras empresas, y nuestro deber es detectarlos, apartarlos y es posible aniquilarlos (en el buen sentido de la palabra).

El retro de transformar nuestras organizaciones y adaptarlas a la revolución tecnológica es tan grande que no podemos perder el tiempo y menos contagiarnos de estos seres, que están programados para llevarnos al lado tenebroso.

“La luz siempre ganará a la oscuridad”

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