¿Cómo distribuyen el tiempo los primeros ejecutivos?

«Dime a qué le dedicas el tiempo y te diré lo que te importa»

En la empresa, como en la vida, uno le dedica el tiempo a lo que le da mayor importancia o prioridad.

Seguro que habrás oído cientos de veces la frase: “no hago deporte porque no tengo tiempo”.

¡Mentira! La gente que no hace deporte es porque no le gusta o no le interesa. Conozco mucha gente, en la cual me incluyo, que sacrificamos horas de sueño semanal y fines de semana para estar en forma.

En los negocios, pasa exactamente lo mismo. Analizando el porcentaje del tiempo que dedica un ejecutivo a las tareas podemos detectar perfectamente qué es prioritario o estratégico en su compañía. Hasta podríamos ver qué carencias o fortalezas tiene su empresa y las áreas estratégicas de la compañía que están desatendidas.

Por ejemplo, si la agenda de un primer ejecutivo es ésta:

60% Reuniones corporativas y política

30% Equipo directivo

5% Mercado y clientes

5% Operación

El primer diagnóstico es que está “atrapado” con demasiada burocracia corporativa.  Es la típica situación de una multinacional con un modelo de gestión clásico, donde por falta de tecnología de reporting, accountability del equipo ejecutivo, y sobredimensión del corporativo, se asfixia al equipo ejecutivo con el virus de la reunionitis. Dejando desatendidas áreas claves de la compañía, como la innovación.

Otro ejemplo de agenda de primeros ejecutivos:

30% Reuniones corporativas y política

30% Operaciones

30%  Mercado y Clientes

10% Equipo directivo

En este caso, probablemente sea una empresa familiar o PYME, donde el primer ejecutivo está “atrapado” en la operación y desatiende al equipo directivo, entre otras áreas estratégicas, como los recursos humanos.

Hay cientos de ejemplos, y no hay como una buena reflexión estratégica de las prioridades del negocio para reorganizar la empresa y poner foco en lo “realmente importante”. El tiempo que un primer ejecutivo dedica a un tema condiciona el devenir de toda una organización, por ello una agenda perfecta, asilándonos de situaciones estratégicas “atípicas” y “personigramas” sería:

20% Mercado y clientes

20% Equipo Directivo

20% People

20% Comités y política

20% Thinking

Con una agenda de este tipo, nos garantizamos que el primer ejecutivo ponga foco en el medio/largo plazo dedicando un día a la semana a “pensar”, asistiendo a conferencias, estando con asesores o consultores, estudiando, leyendo, o simplemente en paz, para poder reflexionar sobre el futuro del negocio…probablemente nadie más lo hará.

Las personas forman parte de un capítulo que suele brillar por su ausencia en las agendas de los primeros ejecutivos, así como mercado y clientes. No olvidemos que las personas de la organización y los clientes son lo más importante, así que conocerlos de primera mano es vital para que la empresa tenga “alma” y se oriente de verdad al cliente.

Y por último, hay que tender a reducir el tiempo de comités y política. La tecnología nos permite reducirlo al máximo, y en su gran mayoría, es ineficiente e improductivo.

No hay agendas perfectas, ni ejecutivos perfectos, pero está claro que una buena gestión de las prioridades, y sobre todo, una buena coordinación de las mismas con todo el equipo, ayuda.

Deja un comentario

¿Te ha gustado? Comparte este contenido
LinkedIn
Facebook
WhatsApp
Más artículos

Te puede interesar...

No hemos podido validar su suscripción.
Se ha realizado su suscripción.

Suscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestras novedades.

Usamos Sendinblue como plataforma de marketing. Al hacer clic a continuación para enviar este formulario, consiente que la información proporcionada sea transferida a Sendinblue para su procesamiento de acuerdo con sus términos de uso