Hace escasamente un año todos huíamos del rescate como a la peste, y ahora estamos deseando que llegue. ¿No será que nos agarramos a un hierro ardiendo? Sin duda sí! La gente está agotada de tanta crisis, tantos problemas, tanto paro, y sobre todo de tanta incertidumbre. No hay peor mal que la desconfianza y la falta de ilusión, y eso es lo que nos está pasando a los españoles. (solo hace falta echar un simple vistazo a la encuentra del CIS del mes de septiembre).
Y que estamos haciendo mientras tanto, esperar…. nos estamos convirtiendo en zombis, cuerpos sin vida que deambulan de un sitio a otro. Ya ni siquiera nos quejamos, simplemente nos ha invadido el desánimo. (No me extraña que las consultas de los psiquiatras y las carreras populares estén desbordadas, algún escape debemos de tener…..)
Hace unas semanas organicé un encuentro entre empresarios y ejecutivos para lanzar una iniciativa en nuestro país llamada «social Business Fundation». Un movimiento para ayudar a jóvenes emprendedores de nuestro país a recuperar la ilusión y financiar sus proyectos empresariales. Fallaron el 80%! . Y no hago mención de la cantidad de ejecutivos que en vistas del «panorama» han congelado todas las inversiones y están, como dicen los ingleses, en modo “Wait and see”. Patético!
En cambio hoy mismo he visto un atisbo de luz, en la entrevista que han realizado a la madre Española que sufrió el tsunami, que asoló en 2004 la costa tailandesa, y que recientemente han llevado a las pantallas con el título de «lo imposible» de la mano de J.A.Bayona. Básicamente venía a decir que el ser humano es maravilloso, y que tenemos una fuerza interior increíble. Lo que más me ha gustado, además de la entereza y ternura con que relataba su estremecedora historia, es que después del desastre, les comunicaron a ella y su marido que estaban despedidos. Sabéis su reacción, se echaron a reír! ¿Sabéis porque reían?, Porqué no le daban importancia, estaban vivos, y eso es lo más importantes, todo el resto tiene solución.
Creo que todos deberíamos ver esa película y reflexionar sobre lo que es importante o no, y sobre todo, que tomemos conciencia sobre la fuerza del ser humano en sobre ponerse a las situaciones adversas.
Sin duda esta crisis es dramática, pero estamos vivos y somos dueños de nuestros actos y por lo tanto de nuestro destino. Si no te gusta lo que hay, cámbialo, o por lo menos inténtalo.