No hay un título de película tan acertado para definir cómo solucionar uno de mis sueños, que todas las empresas, a la vez en todo el mundo, se pongan a medir su impacto social y medioambiental y que reorienten sus estrategias empresariales para tener el mayor y mejor impacto social posible. Esta es la tesis de mi último libro, “Companies that grow with soul” (Compañías que crecen con alma)”.
Como sabéis, esta es una película estadounidense de comedia dramática, acción y ciencia ficción un tanto absurda. Esta escrita y dirigida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert, y protagonizada por Michelle Yeoh, Ke Huy Quan, Stephanie Hsu, Jenny Slate, Harry Shum, Jr., James Hong y Jamie Lee Curtis. Es destacable que se grabó en tan solo 40 días y ha ganado 7 premios Oscar, incluido el de mejor película de 2023, ante la sorpresa de muchos.
Lo cierto es que es una parodia sobre los multiversos, y hasta me atrevería a decir del metaverso. La película nos cuenta la experiencia de sus protagonistas al vivir muchas vidas paralelas excitantes y de aventuras, desarrollando habilidades increíbles, y obteniendo “éxitos” múltiples en varias facetas. Sin embargo todo se resume en saber valorar una vida “normal” con tu familia, la que te haya tocado. A mí personalmente, me encantó la película, más allá de la interpretación y originalidad, por la simpleza de su mensaje. Ama los tuyos, con todos sus defectos y virtudes, deja de buscar y soñar, con vidas paralelas, que, aunque aparentemente puedan parecer mejores que la tuya. No hay nada más hermoso que el amor puro y verdadero con la vida que nos haya tocado vivir a cada uno.
Esta moraleja, es perfectamente aplicable a mi tesis. Hay que crear un nuevo modelo empresarial, donde dejar de perseguir un éxito depredador y desmedido, a costa en muchas ocasiones de los demás y el medioambiente. Hay que buscar un propósito auténtico, humano, que persiga mejorar el entorno y la comunidad, de manera genuina, tenaz y resiliente.
Os regalo una frase que me inspira todos los días y que estoy seguro os puede ayudar a seguir trabajando día a día, en que tu empresa, al igual que tu vida personal, tengan un propósito, más allá de tu propio beneficio individual, buscando un impacto positivo a tu alrededor, “todo lo que pasa, conviene”. No hay mayor éxito que mejorar la vida de los demás.
Seguiré trabajando para que, “todos a la vez y en todas partes” orientemos nuestras vidas y nuestros negocios hacia hacer del nuestro un mundo mejor. Un mundo donde todas las personas partan con las mismas oportunidades, acortando así la brecha entre clases sociales, y regeneremos nuestro planeta, haciéndolo un mundo más habitable para todos.
Permitidme acabar este artículo con una frase que me regaló un buen amigo, que nos dejó por sorpresa hace unos meses y al cual echo mucho de menos, y que escribió junto a otros, en mi libro recién publicado, “Empresas que crecen con alma”:
“Ya ha llegado el día en que las empresas se valoren más por sus Intangibles que por el tamaño o la calidad de sus activos tangibles. Muy pronto se verá reflejado en la capitalización bursátil de todo el mundo. Ángel es y seguirá siendo culpado por los tradicionalistas de acelerar esa profunda disrupción. Nosotros, sus seguidores de toda la vida, seguiremos aplaudiendo y apoyando su firme propósito. Un valor muy escaso en el mundo empresarial. Ángel, sigue siendo generoso y apasionado, haremos lo posible por seguirte”.
Jaime Echegoyen.
¡Gracias amigo Jaime, por estar siempre a mi lado, nunca te olvidaré!
1 comentario en «Everything Everywhere All at Once (Todo a la vez en todas partes)»
Su inspiración es admirable, y de seguir por su puesto, ojala ese legado lo implementara el mundo; de seguro sería una sociedad mejor en todo sentido.
Muchas gracias Ángel.