Para poder desarrollar una tarea de la manera más productiva posible es fundamental la felicidad en el trabajo. Para poder ser feliz en el trabajo más allá de todos los elementos que la compañía pone a nuestra disposición como un buen jefe, formación, planes de conciliación, pago en especies o salario acorde con nuestro trabajo, entre otras cosas, es clave que la felicidad la traigamos de casa.
Hace unas semanas conversando con una colaboradora que se acababa de incorporar, le pregunté si era feliz. Primero se extrañó por la pregunta, dado que muy pocas veces se suele hacer en el entorno profesional. A continuación me respondió que sí, pero que echaba en falta volver pronto a casa y pasear un rato antes de enfrentarse a las tareas de mamá y esposa. A continuación le pregunté que por qué no lo hacía y no supo que responderme.
Es vital para nuestra salud mental y física que estructuremos nuestra vida para ser felices y podamos trasladar esa felicidad a otros ámbitos, incluido el profesional. Es inviable o no tiene sentido trabajar amargado, ya que las consecuencias pueden ser nefastas para el propio trabajo y para uno mismo.
Es cierto que hay trabajos en los que aún existe una baja sensibilidad sobre el concepto “felicidad del empleado”, pero también es cierto que cada vez son más las empresas que tienen políticas de apostar por personas muy buenas y no son (somos) capaces de sacarles provecho para beneficio de todos.
Si nos centramos en España, me vale perfectamente el ranking de “Great place to work” , donde este año el top 5 está configurado por empresas como: Brico Depot, Liberty Seguros, Grupo Adecco, Lilly y Novartis. De las cinco tengo la fortuna de conocer con mucho detalle dos de ellas, y sin duda puedo destacar que tienen unos líderes muy sensibilizados con el proyecto. Tanto Javier Ellena, presidente de Lilly, como Quique Huerta CEO de Liberty, viven estos proyectos como algo estratégico en sus organizaciones y, sin duda, esa cultura de la “felicidad” cala en toda la compañía.
Cuando uno pasea por sus oficinas, respira felicidad y compañerismo, lo que seguro propicia que sean compañías con unos resultados por encima de las media de sus competidores.
Como no podría ser de otra manera, estas compañías suelen desarrollar múltiples programas de impacto social, que les proporcionan un gran placer y felicidad. Me gustaría destacar muy especialmente el programa “Inhealth” de Lilly que realiza de la mano de UnLtd Spain y se ha convertido en uno de los grandes programas de innovación social del mundo para Lilly y ¡se ha impulsado desde España!
También Liberty tiene un programa de apoyo a deportistas discapacitados que es una maravilla y en el que ha involucrado a toda la compañía bajo el lema “#sesalen”.
Como veis, ¡¡no hay excusas para ser feliz!!