Siempre me han parecido muy complejos aquellos negocios que se basan en la vida de las personas, desde una funeraria, una aseguradora de vida o salud, un laboratorio o un hospital. Lo cierto es que se hace difícil cambiar vidas o salud por dinero, pero es así.
Por fortuna, en nuestro país tenemos un sistema sanitario público que pretende ser eficiente y excelente sin tener en cuenta la capacidad económica del individuo o la cobertura de su seguro o mutua. También es cierto que este sistema no es perfecto, y genera unos retrasos e ineficiencias que todos sufrimos, sin hablar del coste para las arcas públicas. Actualmente genera un costes de 66.000 millones de euros, con un déficit de unos 7.000 millones anuales…insostenible. Esto conlleva recortes en la calidad del servicio, precariedad en el salario de los médicos y aumento de las colas…
La consecuencia de todo ello es un incremento proporcional de la sanidad privada en España, y en consecuencia, movimientos de inversiones y desarrollo de un sector muy lucrativo…
· Fuente: Ministerio de Sanidad
Una muestra de todo ello ha sido la venta esta misma semana del grupo Hospitalario Quirón al grupo Alemán Fresenius por 2.600 millones de euros, convirtiéndose en la mayor operación de un fondo (CVC) en España este año, y a su vez en el mayor grupo hospitalario privado de Europa. Los 42 hospitales de este grupo, entre los que se encuentran algunos tan emblemáticos como la Ruber en Madrid o la Teknon en Barcelona, son ahora alemanes.
Analizando el informe que publica este nuevo grupo muy parecido al resto de industrias, la pregunta que me asalta es, ¿a cuánta gente han curado?. ¿Cuántas negligencias ha habido y han solucionado? ¿Por qué solo se fijan en ratios financieros como los de cualquier otra compañía cuando trabajan con vidas? La respuesta es fácil, ¡es un negocio!.
Si vamos hacia una sanidad privada de grandes grupos, con enormes inversiones, ¿qué pasa con los derechos de los pacientes? ¿Qué ocurre cuando una familia sin recursos sufre una negligencia médica?.
En Estados Unidos es la tercera causa de muerte. En el Reino Unido se estima que la última década ha costado la vida a más de 20.000 personas (hasta su primer ministro pidió perdón en público al año pasado). En España no hay datos públicos pero seguro se cobran más vidas que los accidentes de tráfico…
La única salida que tenemos para que las grandes corporaciones o instituciones privadas equiparen los intereses de los pacientes a los económicos, más allá de la denuncia judicial, es la denuncia pública.
Nunca hasta ahora un individuo ha tenido tanto poder, gracias a Internet y las redes sociales. Cuando vayamos al médico/hospital (especialmente al privado) y nos hagan hacer colas innecesarias, no nos den la información adecuada, no nos traten como personas (sino como clientes), o no nos curen… debemos denunciarlo en redes sociales. Ese es su mayor castigo. En Internet, la salud es una de las principales búsquedas, y la medicina privada, una de sus principales fuentes de publicidad…
El paciente ha de tener el poder, y exigir un trato excelente y el mejor tratamiento.
Por suerte el futuro regulará el sistema. La revolución social y del conocimiento, así como la robótica y la inteligencia artificial, transformarán por completo el ejercicio de la medicina, empoderando al paciente, reduciendo los márgenes del sector (a los de otras industrias), catapultando a aquellos profesionales médicos orientados al paciente y destruyendo a aquéllos que solo ven un negocio en la práctica médica, con un claro impacto en la excelencia del servicio y el éxito médico.