Una de las grandes ventajas competitivas en un mundo globalizado e hipercompetitivo, es sin duda el capital humano, y para que ese capital humano brille y tenga el mejor impacto es fundamental conseguir un efecto tan simple como complejo, su felicidad. La felicidad del empleado impacta no solo en su productividad y calidad, sino en su fidelidad a la empresa, y como correa de transmisión hacia el mercado y nuestros clientes.
Como líder o como empleado, aquí hay diez cosas que debes dejar de hacer si deseas lograr la felicidad en el trabajo, y consecuentemente, el éxito.
- Deja de pedir permiso.
A veces, los empleados con mejor comportamiento no siempre son los mejores para generar resultados. Las personas que ponen todo su empeño en trabajar y comprenden que su trabajo es crear valor en lugar de simplemente cumplir con las expectativas, crean el mayor impacto. No espere el permiso para ofrecer todo su potencial. ¡Es mejor pedir perdón que pedir permiso, actúa!
- No dejes que nadie te robe tu magia.
No me refiero a que la gente se atribuya el mérito de tu trabajo. Estoy hablando de no permitir que la gente aplaste tu pasión interior. Apareciste en tu trabajo con la creencia de que podrías tener un gran impacto. Y, lamentablemente, muchas personas pueden encontrar su creencia amenazadora. No dejes que su inseguridad destruya tus creencias.
- No te olvides de las personas sofisticadas. Sea amable.
No puedo decirte con qué frecuencia las personas piden consejos sobre cómo lidiar con una persona sofisticada, ya sea un empleado, un compañero de trabajo o su jefe. Claro que este tipo de personas son en ocasiones muy frustrantes. Pero se amable, porque estas son las personas que más te están enseñando sobre cómo ser un mejor líder o cómo ser un mejor compañero de trabajo. Aprende de las personas sofisticadas, nunca olvides las lecciones que te enseñan. Nunca dejes de aprender de los mejores.
- No tengas en cuenta la toxicidad.
Las personas difíciles no son necesariamente personas tóxicas. En nuestra vida personal y en nuestra vida laboral, es importante separarnos de las personas que tienen antecedentes de quemar puentes, crear enemigos o actuar de formas que a ti te parezcan poco éticas. La toxicidad, por definición, significa venenoso o la capacidad de envenenar. No te dejes herir ni a ti mismo ni a tu reputación, simplemente apártate de ellos, ignoralos.
- Deja de prometer demasiado. Empiece a aportar.
Aunque soy un creyente en el concepto de ‘Haz lo que dices que vas a hacer’. Soy un fanático del concepto, ‘Haz más de lo que dijiste que harías’. Ya sea que estés tratando con miembros del equipo, proveedores o clientes, deja de hablar sobre lo que harás y simplemente comienza a hacerlo: vaya más allá y más allá de lo que jamás hubieran imaginado. Menos comités y más innovación.
- Deja de asumir que la perfección es el destino.
El problema de tratar de ser perfecto no es solo el hecho de que es inalcanzable, es limitante. Nunca asumas que no hay espacio para mejorar. Nunca asumas que has terminado de ajustar, perfeccionar, probar y crecer. La perfección es el enemigo de la acción.
- No te preocupes por los problemas.
Al igual que las personas sofisticadas, los problemas y los obstáculos son pequeñas minas de oro para tu éxito. ¿Por qué? Piense en los mayores inventos. Resuelven problemas. En lugar de concentrarse en los problemas, búscalos porque exponen grandes oportunidades. No te obsesiones con solucionar los problemas y disfruta del proceso de mejorar las cosas.
- Deja de tomarte todo en el trabajo tan en serio.
Todos y cada uno de los días todos tenemos la oportunidad de cambiar el mundo que nos rodea. Y por simple que parezca, eso podría incluir poner una sonrisa en el rostro de alguien que lo necesite. Además, el sentido del humor puede ser bueno para tu carrera. Estadísticamente, el 79 por ciento de los directivos creen que el sentido del humor es importante para el encaje cultural. Haz feliz a los demás.
- Deja de ser agradable. Pero se siempre amable.
Lo que más valora un líder es que sus equipos expresen su opinión crítica y constructiva de las cosas. No estar de acuerdo con una estrategia o plan no significa que estés discutiendo, siempre que tus intenciones sean por el bien de la organización y seas amable. Defiende con elegancia tus principios y creencias.
- Nunca creas que llegaste aquí por tu cuenta.
Has logrado mucho. Pero, por un segundo, piensa en tu vida y carrera, en las personas que influenciaron en formar tus talentos y habilidades. Piensa en las personas que te inspiraron a creer que podrías convertirte en quien eres hoy. Es importante recordar siempre, y apreciar las voces del pasado y reconocer a las personas que nos rodean a diario que nos ayudan a hacer lo que hacemos. Se humilde frente a los éxitos alcanzados
A veces es más importante dejar de hacer cosas que nos hacen infelices y que nos limitan el camino al éxito personal y profesional, que obsesionarnos por hacer más y más. Sé feliz y no solo tendrás mayores éxitos en tu vida, sino que además harás feliz a mucha gente, que ya de por sí, es un gran éxito.