- Pon tu ventaja competitiva primero. Comienza con una fórmula ganadora y escalable.
Las empresas que generan mayores rendimientos atraen y despliegan más capital, un ciclo virtuoso que les permite crecer más rápido y generar rendimientos aún mayores. Si bien algunas empresas renuncian a las ganancias por un tiempo en busca del crecimiento, el enfoque mucho más típico y práctico es establecer un modelo comercial distintivo y luego escalarlo. - Haz que la tendencia sea tu aliada. Dar prioridad a los mercados rentables y de rápido crecimiento.
Este antiguo axioma es especialmente cierto hoy en día, ya que la aceleración de las tendencias anteriores a la COVID-19 amplía la brecha entre las empresas ganadoras y las rezagadas. En los últimos 15 años, las empresas que se expandieron de manera que mantuvieron o aumentaron su exposición a segmentos rentables y de rápido crecimiento generaron uno o dos puntos porcentuales adicional anualmente. Esto sugiere que las organizaciones que ya se encuentran en mercados atractivos deben seguir invirtiendo para mantenerse a la vanguardia. - No seas un rezagado. No es suficiente seguir la corriente, debe superar a tus compañeros.
Superar tu industria implica un modelo de negocios sólido, una ventaja recompensada por los mercados de capital, ya sea que te encuentres en una industria de crecimiento rápido o lento. Además, es probable que las empresas que logran arrebatarte participación de mercado a sus competidores superen las expectativas de crecimiento reflejadas en el precio de sus acciones, generando rendimientos aún más sólidos. - Refuerza tu propósito de impacto. Solo las empresas auténticas triunfan en el largo plazo
Al desarrollar una estrategia de crecimiento, a menudo la primera pregunta en la mente de un CEO es: «¿De dónde debería provenir ese crecimiento?» La respuesta es simple, del propósito. Solo las empresas con propósitos claros y de impacto social atraerán capitales, talento y clientes. - Mira más allá de tu negocio. Fomentar el crecimiento en las áreas comerciales adyacentes.
El 80 por ciento del crecimiento suele provenir de la industria principal de una empresa y el 20 por ciento restante de las industrias secundarias o la expansión a otras nuevas. Sin embargo, estas cifras pueden variar en momentos como el actual, en plena revolución tecnológica y a las puertas de una revolución social y medioambiental. Si cruzamos nuestros planes ESG con el plan de negocio, pueden surgir “océanos azules” - Crece donde sabes. Concéntrese en crecer donde tenga una ventaja competitiva.
Apalancarse en las fortalezas de un negocio, para innovar y crecer siempre es mejor que penetrar en sectores nuevos o desconocidos. Muchas veces no somos conscientes de lo mucho que se puede innovar en un mismo negocio, especialmente en temas sociales y medioambientales…. - Sé un héroe local. Comprometerse a ganar en el frente interno.
La industria (junto con los movimientos ascendentes y descendentes de la cadena de valor) es solo un aspecto del problema de «dónde crecer». El otro es la geografía. Así como es difícil lograr un crecimiento general si tu negocio principal no está prosperando, es poco probable que puedas crecer sin ganar en su mercado local. - Se global si puedes. Internacionalízate si tiene una ventaja transferible o escalable.
Aproximadamente la mitad del crecimiento total de las empresas de alto crecimiento, suelen provenir de geografías fuera de sus regiones de origen. El mundo se ha globalizado y conectado gracias a la digitalización y el COVID lo ha acelerado aún más. El terreno de juego es el planeta. - Adquirir para crecer. Combina un crecimiento orgánico saludable con adquisiciones en serie.
Las fusiones y adquisiciones representan aproximadamente un tercio del crecimiento de los ingresos entre las empresas que más crecen. Además, el estar en conexión con ecosistemas de star-ups innovadoras, puede proporcionar vías de crecimiento exponencial y de innovación social muy potentes. - Alianzas. Crear acuerdos con partnes de otros sectores o países.
La complejidad de los mercados y la velocidad de innovación, hace cada vez más necesaria la necesidad de crecer en alianzas con otras empresas, que dominen otros sectores, segmentos o geografías, así como especialistas en tecnologías emergentes o disruptivas.
Todos los líderes empresariales se suelen enfocar en los costes para maximizas la rentabilidad de los negocios, pero en el momento actual, la mejor manera de ser rentables está en el crecimiento exponencial. Sin embargo, dominar las diez reglas del crecimiento que crean valor es solo una parte de una receta de crecimiento integral. Comienza por definir muy bien que es éxito, y establece unos plazos razonables para alcanzarlo. Luego, desarrolla un conjunto coherente de vías o proyectos de crecimiento gestionadas por comités de proyecto u oficinas de control. Finalmente, desarrolla las capacidades y el modelo operativo para ejecutar con excelencia, con el mejor talento y las mejores personas.
¡Solo es posible crecer haciendo el bien!
Fuente: Mckinsey