Recientemente tuve la oportunidad de participar en una cena organizada por The Power MBA. En esta se habló sobre el futuro del trabajo, con la presencia de los 30 responsables de RRHH de las principales empresas Españolas, donde la actual revolución tecnológica y la ya incipiente revolución social y medioambiental, provocaron muchas dudas sobre el futuro del trabajo, y arrojaban preguntas tales como; ¿qué influencia tendrá la la tecnología, la automatización y la inteligencia artificial (IA) en el trabajo? ¿Qué impacto tendrá el teletrabajo? ¿Cuál es nuestro futuro laboral frente a la robotización? ¿Cómo va a afectar la revolución social y medioambiental?
Muchos responsables de RRHH centran sus comentarios en la tecnología y el papel que se prevé que tendrá la automatización en los trabajos y el lugar de trabajo. Creo que la historia real es mucho más complicada.
Se trata menos de innovación tecnológica y más de la forma en que los humanos deciden utilizar esa tecnología. La forma en que se adopta la fuerza laboral del futuro será el resultado de fuerzas complejas, cambiantes y en competencias. Algunas de estas fuerzas son ciertas, pero la velocidad a la que se desarrollan puede ser difícil de predecir. Regulaciones y leyes, los gobiernos que las imponen, amplias tendencias en el consumo, el sentimiento de los ciudadanos y los trabajadores influirá en la transición hacia un lugar de trabajo automatizado. El resultado de esta batalla determinará el futuro del trabajo en la próxima década.
Cuando hay tantas fuerzas complejas en juego, las predicciones lineales son demasiado simplistas. Las empresas, los gobiernos y las personas deben estar preparados para una serie de resultados posibles, incluso aparentemente improbables.
Las megatendencias son las tremendas fuerzas que están remodelando la sociedad y, con ella, el mundo del trabajo. Los cambios económicos que están redistribuyendo el poder, la riqueza, las competencias y las oportunidades en todo el mundo; las innovaciones disruptivas, el pensamiento radical, los nuevos modelos de negocio y la escasez de recursos que están afectando a todos los sectores. Las empresas necesitan un propósito y un mandato claros para atraer y retener empleados, clientes y socios en la próxima década. La forma en que los humanos respondan a los desafíos y oportunidades que traen las megatendencias determinarán el mundo en los que se desarrolla el futuro del trabajo.
- Revolución Tecnológica
La automatización, la robótica y la inteligencia artificial avanzan rápidamente, cambiando drásticamente la naturaleza y la cantidad de trabajos disponibles. La tecnología tiene el poder de mejorar nuestras vidas, elevando la productividad, el nivel de vida y el promedio de vida, y liberando a las personas para que se concentren en las ??realizaciones personales. Pero también pueden provocar malestar social y agitación política si las ventajas económicas no se comparten de manera equitativa, y no conseguimos que el ser humano ocioso desarrolle habilidades artísticas, para cubrir su tiempo.
- Envejecimiento población
Con algunas excepciones regionales, la población mundial está envejeciendo, lo que ejerce presión sobre las empresas, las instituciones sociales y las economías. Nuestra vida útil más larga afectará a los modelos de negocio, la gestión del talento y los costos de las pensiones. Los trabajadores mayores deberán aprender nuevas habilidades y trabajar durante más tiempo. La escasez de mano de obra humana en una serie de economías que envejecen rápidamente impulsará la necesidad de automatización y mejoras de la productividad.
- Urbanización rápida
El aumento significativo de la población mundial se está trasladando a vivir a las ciudades. Para 2030, la ONU proyecta que 4.900 millones de personas serán habitantes urbanos y, para 2050, la población urbana mundial habrá aumentado en un 72%. Muchas de las ciudades más grandes ya tienen un PIB mayor que el de los países de tamaño medio. En este nuevo mundo, las ciudades se convertirán en importantes agentes de creación de empleo con graves problemas de movilidad por su gran densidad.
- Revolución social
Las naciones en rápido desarrollo, en particular aquellas con una gran población en edad de trabajar, que adopten un espíritu empresarial, atraigan inversiones y mejoren su sistema educativo, serán las que más crezcan. Pero las naciones emergentes se enfrentan a un gran desafío a medida que la tecnología aumenta el abismo con el mundo desarrollado, debido a que el desempleo y la migración continuarán siendo desenfrenados, erosionando la clase media, creando mayor brecha entre ricos y pobres, y causando una gran pérdida de puestos de trabajo debido a la automatización a gran escala, aumentando el riesgo de malestar social en los países desarrollados.
- Revolución medioambiental
Combustibles fósiles agotados, clima extremo, aumento del nivel del mar y escasez de agua. Se pronostica que la demanda de energía y agua aumentará hasta en un 50% y un 40%, respectivamente, para 2030. Será necesario crear nuevos tipos de empleos en energías alternativas, nuevos procesos de ingeniería, diseño de productos y gestión en reutilización de desechos para hacer frente a esta alarma climática. Las industrias energéticas tradicionales, así como las industrias contaminantes, y sus millones de empleados, sufrirán una reestructuración rápida, frente al auge de las nuevas empresas de impacto social y medioambiental.
Conclusión
Los responsables de RRHH de las empresas se enfrentan a la mayor transformación del modelo productivo y relacional de la fuerza laboral en la próxima década.
Aquellos que entiendan la urgencia de adaptar sus políticas de captación, desarrollo y retención de talento a las nuevas mega tendencias, tendrán opciones de sobrevivir a este tsunami tecnológico y social que estamos viviendo.
Entender el impacto de las nuevas tecnologías en el futuro del trabajo, la movilidad global y el teletrabajo, la sensibilidad social y medioambiental, y la convivencia del talento senior y el escaso nuevo talento, deberán marcar su agenda en los próximos años, al mismo tiempo que deben estar muy atentos de cómo los gobiernos, la competencia y los ciudadanos reaccionan a estos cambios tan disruptivos.
Ninguno de nosotros puede saber con certeza cómo será el mundo laboral en 2030, pero es muy probable que estas mega tendencias los hayan transformado por completo, de hecho, ya ha empezado a transformarlo de manera disruptiva en algunos sectores….
Fuente: PWC & The Power MBA