Cómo mejorar tus capacidades de liderazgo de cara al nuevo curso

Arranca el curso. Y es un buen momento para poner a punto los objetivos que tenemos para este nuevo período laboral. Como jefe de equipo, director, CEO, líder, conviene hacer una reflexión en torno al papel que, como tal, juegas en tu organización.

La rutina ha dejado de ser aliado del éxito. Un buen líder debe vivir el presente, pero siempre con un ojo puesto en analizar y anticiparse al medio y largo plazo. Por eso tiene que estar siempre dispuesto al constante movimiento, a crecer y hacer crecer, innovar y romper paradigmas constantemente, saber retener y estimular el talento.

Pero hay una serie de must que cualquier persona que gestiona equipos y que es líder de proyectos u organizaciones no debe perder de vista nunca:

  • Tener en cuenta las emociones y los sentidos: sin olvidar la experiencia, los conocimientos, la inteligencia y la creatividad el líder ha de tener capacidad de auto-observación y activar los sentidos, dejar de oír para empezar a escuchar y de ver para empezar a observar. Ha de ser receptivo ante aquello que no controla plenamente, contrastando lo que cree que sabe y aprendiendo de lo que no.
  • Rechazar lo habitual y buscar la pasión. Es el momento de romper con las costumbres y echar mano de la creatividad. Tenemos que encontrar un equipo apasionado de su trabajo.
  • Acabar con el individualismo y jugar en equipo: cambiar el “yo” por el “nosotros”. Un líder debe identificarse con su equipo y desde ahí motivarlo y hacerlo crecer. Estar pendiente de las necesidades de su gente y de sus equipos para que puedan funcionar en conjunto y alcanzar las metas programadas.
  • Pensamiento global: las fronteras en el mundo de los negocios han desaparecido. La globalización ha obligado a pensar globalmente, entendiendo otras culturas, mentalidades y manejar grupos multiculturales.
  • Transparencia corporativa: El líder debe cuidar que los colaboradores conozcan el rumbo de la empresa, entender su contribución y percibir que el equipo directivo es capaz de llevarlos en esa dirección.
  • Inspirar y empoderar: Inspirar a través de enganchar a la gente en un objetivo común y de establecer metas que realmente las motiven a dar el 100% de ellas mismas. El líder comparte el éxito de las cosas que salen bien, pero también la responsabilidad sobre aquellas que se hacen mal.
  • Saber anticiparse: El líder debe cuestionar todo el tiempo a su organización. No concibo un líder que no se hace preguntas, no imagina escenarios, no prevé situaciones o que se confía demasiado. Anticiparse y ser una agente de cambio constante son, desde mi punto de vista, dos cualidades imprescindibles de un buen líder.

Empatizar, mentorizar, generar confianza y empatía dentro y fuera de la organización, asesorar, inspirar, innovar, anticiparse… eso también toca si quieres ser un buen jefe. Llega septiembre y todos volvemos al trabajo. Con ilusión y ganas. Con objetivos y metas. Aprovecha este momento de arranque para revisar tus prioridades y tus puntos fuertes para mejorar tus capacidades de liderazgo.

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