¿Tienes un mal día? ¿Las cosas no van bien? ¿Te inquieta la crisis y el rescate a España¿ No hay que preocuparse. El resto del día no tiene por qué ser un desastre. De hecho, puede convertirse en uno de los mejores. Hace poco leí un artículo en Inc. que me hizo reflexionar y me ayudó, en momentos tan complejos psicológicamente como los que vivimos. Básicamente se basa en 7 recomendaciones:
1. Recuerda que el pasado no es igual al futuro. No existe el concepto de «racha de mala suerte.» La razón porqué la gente cree esas tonterías es porque el cerebro humano crea patrones de eventos aleatorios y recuerda los acontecimientos que se ajustan al patrón.
2. Negarse a hacer profecías auto cumplidas. Si crees que el resto del día será tan difícil como lo que ya sucedió, entonces ten por seguro que vas a terminar haciendo algo (o decir) algo que se asegurará de que tu predicción se haga realidad.
3. Obtener un sentido de proporción. Piensa en perspectiva: A menos que algo que cambia la vida de forma radical (como la muerte de un ser querido), lo más probable es que en dos semanas, se haya olvidado por completo lo que sea que te inquieta.
4. Cambiar el umbral de «bueno» y «malo». Decidir que un buen día es un día que estás normal, del mismo modo, que podrías decidir que un mal día es cuando alguien roba tu coche. Ese tipo de definiciones hacen que sea fácil ser feliz y difícil de estar triste.
5. Mejorar la química de tu cuerpo. Tu cuerpo y el cerebro se encuentran en un bucle de retroalimentación: El mal humor te produce cansancio, lo que hace que tu estado de ánimo sea peor, y así sucesivamente. Interrumpir el patrón de levantarse y moverse. Sal a caminar o a comer algo saludable. Ve al gimnasio y luego continúa trabajando!
6. Concéntrate en lo que va bien. La razón principal que de estar convencido de que es un día malo es que te estás enfocando en lo que salió mal. Sin embargo, para todo lo que va mal, hay probablemente decenas de cosas van bien. Haz una lista de lo bueno, y ponlo donde es visible.
7. Esperar algo maravilloso. Así como una actitud de pesimismo hace ver más problemas, el que se enfrenta al futuro con optimismo, te hace sensible a todo tipo de cosas maravillosas que están sucediendo, en estos momentos, con todo el mundo que te rodea.
Probablemente estos consejos no hagan bajar la prima de riesgo, o que el paro mejore, pero por lo menos van a conseguir que mientras pasamos esta dichosa y larga crisis, no suframos tanto nosotros, y sobre todo no lo hagan nuestros familiares, amigos y colegas de trabajo.
