El Tsunami tecnológico, a menudo conocido como la Cuarta Revolución Industrial, las tecnologías disruptivas y los puntos de contacto personales entre los seres humanos han creado un panorama phygital que se expande por todo el mundo de forma exponencial, cuyo objetivo es combinar el mundo físico y el digital en una experiencia intensificada y única. La última fase de la revolución digital está empezando a avanzar con mucha fuerza en todo el mundo, la plena interconexión del mundo físico y el mundo digital, es decir, el mundo phygital.
Esta transformación impactará en todos los seres humanos, y, por ende, en todas las organizaciones, tanto grandes como pequeñas, que están obligadas a interactuar y comunicarse con los consumidores de otra manera. Los consumidores, independientemente de su perfil demográfico o su competencia tecnológico, se están digitalizando en la mayoría de los aspectos de sus vidas, abarcando un amplio espectro, desde las rutinarias hasta las actividades más íntimas.
El crecimiento exponencial de las experiencias phygitals no es sorprendente, debido a un aumento en la cantidad y calidad de dispositivos siempre conectados a la red, y la rápida mejora de las comunicaciones y despliegue de las mismas. Si se tiene en cuenta este echo y se combina con las oportunidades generadas por la realidad aumentada, la realidad virtual, las impresoras 3D, o la propia AI y la robótica, entre otras tecnologías, es fácil prever cómo se puede digitalizar el componente físico de prácticamente cada experiencia, evento y acción, de nuestras vidas.
La aparición de experiencias phygitales exige cada vez más conectividad entre los productos/servicios y los clientes/usuarios que los utilizan. Cada vez más, las empresas deberán evolucionar desde el modelo tradicional y convencional de conexión “empresa a cliente” y adoptar métodos centrados en lo digital para comunicarse con los clientes utilizando un enfoque de “empresa a persona”, empoderando, aún más al consumidor, al poder personalizan sus experiencias aún más.
El trabajo se está transformando en teletrabajo, las relaciones en interacciones en RRSS, el ocio en experiencias virtuales, la seguridad en ciberseguridad….. incluso aspectos tan íntimos como las relaciones entre pareja se están digitalizando, desde la búsqueda hasta la sensorial. No de si llegaremos a enamorarnos de un sistema operativo como el gran Joaquin Phoenix en “Her”, pero solo hay que ver el impacto que puede tener el desconectarse por completo una semana de la red, para ver el impacto en nuestras vidas personales…..
Sin duda la fusión del mundo físico con el mundo digital ya ha empezado, y solo deseo que esto sirva para hacer un uso inteligente de los recursos naturales que nos provee el planeta y que estamos agotando, para que, pasemos de un modelo del “tener” (con el impacto que tiene, en toda la cadena productiva y logística) al “sentir”, a la vez que armonizamos nuestros desplazamientos y modelo de vida rural vs la concentración sin sentido de las ciudades.