Desde el pasado 25 de septiembre, fecha del lanzamiento de mi libro solidario “El tsunami tecnológico” he tenido la oportunidad de entrevistarme con numerosos periodistas de la radio y televisión, pudiendo constatar la amplia necesidad por saber qué nos depararán las nuevas tecnologías y descubrir una generalizada preocupación por saber cuál será el rol del ser humano ante la revolución tecnológica y especialmente con los robots.
Todo lo que nos ocurrirá en las próximas dos décadas es para bien
En primer lugar, he de decir a mis lectores, que todo lo que nos ocurrirá en las próximas dos décadas es para bien, aunque durante el proceso de transformación no lo entendamos o suframos incomodidades, e incluso disgustos.
El mundo, tal y como lo describe Naciones Unidas con sus ODS, tiene grandes retos a solucionar, que tan solo con las tecnologías disruptivas podremos abordar. Lo que también es cierto es que esas tecnologías cambiarán por completo el mundo que conocemos hoy, en la manera que vivimos y trabajamos en él.
Según la mayoría de los estudios, la robótica y la inteligencia artificial provocarán que casi la mitad de los empleos actuales sean realizados por esa tecnología y no por el hombre, en los próximos 30 años. Eso supondría que de los 3.428 millones de empleos en el planeta (casi un 50% de la población mundial), pasaríamos de una tasa de desempleo del 5,6% actual (Según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018 ), es decir, 192 millones de personas, a 1.714 millones de personas, equivalente a todo América (1.002 millones) y Europa (741 millones) juntos.
Los cambios que vienen, tan solo con las tecnologías disruptivas, los podremos abordar
Evidentemente todo no se robotizará, y surgirán multitud de nuevos empleos (Analista de Big Data, Seguridad de la información, robotics, Arquitecto e Ingeniero 3D, Geneticista, Chief data officer(CDO), desarrollados de e-sports, almacenador de energía, Chief Visionary Officer’ (CVO), y un largo etc…), pero no menos cierto es que millones de personas en todo el mundo sufriremos un alto desempleo hasta que todo se estabilice, al igual que ocurrió al principio de la revolución industrial.
Todo ello nos obligará a redistribuir las rentas y reciclar profesionalmente a todas esas personas que se queden “fuera del sistema”, y lo que es más importante, tendremos que gestionar nuestro tiempo ocioso de manera inteligente.
Necesitamos recuperar la esencia del hombre y volver a crear un nuevo “renacimiento”
Desde mi punto de vista, necesitamos recuperar la esencia del hombre y volver a crear un nuevo “renacimiento”. El Renacimiento, fue un movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental durante los siglos xv y xvi. El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.
¡Hoy en el siglo XXI y en plena revolución de la tecnología, el hombre ha de volver a reinventarse, como en la edad media, y desarrollar la principal característica que le diferencias de los animales y le diferenciará de las máquinas, el arte y la ciencia!
De forma genérica se pueden establecer las características del Renacimiento en: la «vuelta esencia del hombre», surgimiento de una nueva «relación con la naturaleza», el Renacimiento hace al «hombre» medida de todas las cosas, el «mecenazgo».
Abracemos de nuevo nuestra esencia, y utilicemos inteligentemente nuestro tiempo libre que nos proporcionará las nuevas tecnologías
Solo hemos de viajar al epicentro del Renacimiento, Florencia, para darnos cuenta de lo que el hombre es capaz de hacer en Arte, arquitectura, pintura, escultura, etc… abracemos de nuevo nuestra esencia, y utilicemos inteligentemente nuestro tiempo libre que nos proporcionará las nuevas tecnologías de hace de nuestro muestro mundo un mundo mejor y más bello, para las siguientes generaciones, como ya hicieron nuestros antepasados.
