No es ningún secreto que la reputación de las grandes empresas ha sufrido a lo largo de los últimos años azotada por la crisis y algunas malas prácticas. Numerosos estudios han revelado que los consumidores ya tienen tanta confianza en el sector empresarial y en sus responsables. Según un reciente estudio realizado por Weber Shandwick y KRC Research entre los consumidores y los altos ejecutivos de empresas de dos países desarrollados (EE.UU. y Reino Unido) y dos mercados emergentes (China y Brasil), descubrió que uno de cada dos consumidores (50%) perdieron el respeto a los líderes empresariales en los últimos años. Sólo el 19% aumentó su admiración. La reputación general de las empresas también se ha visto afectada: aproximadamente cuatro de cada 10 consumidores tienen grandes corporaciones internacionales (41%) y las empresas más grandes de su propio país (38%) en la estima más baja que en años anteriores. Pero no todas las noticias son malas noticias – en una nota más positiva, el 55% de los consumidores han ganado el respeto para las pequeñas empresas locales.
El 49% de la reputación de una compañía es atribuible a la reputación de su CEO. A su vez, el 60% del valor de mercado de una empresa se ??deriva de su reputación. Claramente, hay mucho en juego cuando se trata de la reputación del CEO.
La importancia del CEO no es pasado por alto por los consumidores. Un total de dos tercios (66%) de los consumidores dicen que sus percepciones de los altos dirigentes afectan a sus opiniones sobre la compañía – sólo el siete por ciento dicen que sus puntos de vista sobre el líder no tienen nada que ver con la reputación de la empresa.
Los ejecutivos son muy conscientes del papel del director general en la toma de decisiones del consumidor. Más de ocho de cada 10 ejecutivos dicen que las creencias de los consumidores sobre el máximo líder de una empresa afectan a sus opiniones de la empresa.
Casi tres de cada 10 consumidores (28%) informan que con regularidad o frecuencia hablan de líderes de compañías con los demás. Si bien esta tasa es muy inferior a la frecuencia con que los consumidores hablan de la calidad de los productos (69%). En este clima anti-empresarial, es importante que las empresas reconozcan que las conversaciones públicas sobre los líderes empresariales son críticas para su reputación y prestigio frente a los consumidores.
El liderazgo ejecutivo es más que un tema de conversación. Cuando se pregunta a los consumidores lo que les influye sobre la imagen de las empresas, aproximadamente seis de cada 10 (59%) dicen que están influenciados por lo que comunican los principales líderes. Sorprendentemente, las comunicaciones de liderazgo de las compañías superan con una gran inversión publicitaria (56%) y las conversaciones de redes sociales (49%). El boca en boca, los comentarios on line y los resultados de la búsqueda encabezan la lista de lo que más influye en los consumidores cuando ellos hablan de las empresas en general.
Está claro que CEO y reputación de la empresa están íntimamente relacionados – reputación corporativa no está aislada de las opiniones del público de alta dirección de una empresa. En conjunto, la empresa y la reputación del CEO hacer una sólida contribución al valor de mercado de una empresa. Las empresas, por tanto, no sólo deben invertir en reputación corporativa para el largo plazo, sino también en la reputación de los altos ejecutivos para maximizar las posibilidades de capear el actual clima de sentimiento anti-negocio y proporcionando la máxima ventaja competitiva.
Es sorprendente ver como en España tan pocos ejecutivos tiene de verdad un verdadero plan de personal Branding, sabiendo la importancia estratégica, y el impacto que su imagen pueden “afectar” a la propia imagen de la empresa.
Sin duda en este terreno los ejecutivos Americanos nos llevan claramente la ventaja, solo hay que analizar cuantos Presidentes y CEOS tiene presencia en redes sociales….
Como conclusión aquellos que sepan aprovechar esta oportunidad, y lo hagan de forma correcta, puede capitalizar un nuevo valor para sus corporaciones, manejando su propia imagen
