No me sorprende, en absoluto, cuando pregunto a mis alumnos del último año de carrera más del 70% quieran ser funcionarios, y prácticamente ninguno quiera ser empresario. Lo cierto es que está mal visto en general por la sociedad. Y yo me pregunto, ¿porqué?.
¿Porque está mal visto crear riqueza y puestos de trabajo? pues sencillamente porque los medios de comunicación y la clase política de este país, junto con los sindicatos, se han empleado a fondo a desacreditar constantemente las bondades del empresario. Desde siempre ha aparecido en las series como el “malo”, la prensa no para de desacreditarlo (sólo es noticia lo malo, nunca lo bueno), pasando por la enorme asfixia que constantemente nos somete el Gobierno con impuestos y trabas burocráticas.
Y hasta aquí hemos llegado… un país con superpoblación de funcionarios y escasez de empresarios y emprendedores y, en consecuencia, déficit para pagar un modelo obsoleto e insostenible.
La verdad es que aún hoy me sorprendo como alguien tiene el valor de ser empresario en este país o emprender, ya que no solo es complejo el entorno descrito. El empresario vive gran parte de su vida trabajando jornadas interminables de 14 horas, tensiones financieras terribles, o bien fruto del crecimiento del negocio o por el devenir de la crisis. Sin duda hay que tener una “raza” especial y apasionarle a uno el mundo de la empresa para enfrentarse a tal panorama y ser empresario. Y cuando la empresa ya empieza a funcionar tras los años, y viene el momento de la sucesión, siempre hay líos familiares para ver como integramos a los hijos o los nietos en el negocio sin que se rompa la paz familiar.
Por todo ello, creo que todos los actores de la sociedad tenemos que hacer una reflexión tranquila e inteligente para ensalzar la figura del empresario y promover que nuestros jóvenes vean en la creación de empresas una salida profesional de calidad y valorada, así como imprescindible para mantener la sociedad del bienestar en la que vivimos; desde la educación en las escuelas, pasando por los medios de comunicación y acabando con mayor apoyo del gobierno y sindicatos.
Por suerte esta crisis, está corroborando estas teorías, y ,cada vez más, vemos nacer iniciativas orientadas al apoyo y creación de la emprenduría empresarial, como es La Social Business Corporation (www.sbcorporation.eu) , BBVA Opent Talent, Venture Lab del IE, y tantas otras que están naciendo, desde el ámbito privado o académico. Además de instituciones que desde hace décadas se dedican a apoyar a nuestra clase empresarial, tan desprotegida y atacada, como el Círculo de Empresarios o el Cercle d´Economía, entre otros.
Por todo ello, estoy convencido que vamos a vivir en los próximos años un resurgir de la clase empresarial de nuestro país, ya que es la única manera de salir de esta crisis, siempre y cuando nuestros políticos legislen para ello, y nos dejen hacer.